Hola amigos, espero que hayan puesto en práctica algunas de las cosas que tratamos en este blog, ya por mi parte he estado muy ocupado analizando la información para esta entrada y justamente me ha tocado vivir situaciones muy complicadas en el último periodo que tienen que ver con ello.
Hoy hablaremos acerca del campo de fuerzas que se genera cuando iniciamos un proceso de cambio de cultura hacia la interdependencia, la sinergia es muy poderosa para tratar con las fuerzas negativas que se anteponen al crecimiento y el cambio.
El paradigma básico de los siete hábitos será que debemos iniciar siempre desde adentro hacia afuera, es decir, trabajar en las raíces para obtener buenos frutos, por lo general, cuando trabajamos en los tres primeros hábitos de forma personal y luego comenzamos a desarrollar los hábitos de la victoria pública, nos damos cuenta de los profundos problemas que se presentan en la interacción diaria entre las personas.
Según el sociólogo Kurt Lewin en un proceso de cambio y crecimiento colectivo, existirá un campo dominado por fuerzas impulsoras las cuales son positivas, razonables, lógicas, conscientes y económicas, estas, nos ayudaran en nuestro avance a través del proceso y al mismo tiempo, existen fuerzas restrictoras que a menudo son negativas, emocionales, ilógicas, inconscientes y psicológico-sociales, son parte de la cultura de la organización o grupo, que tratarán de evitar que avancemos en nuestro camino hacia la interdependencia.
Imaginen esto igual que un resorte, para estirarlo debemos ejercer cierta fuerza, a ella se genera otra que trata de evitar la deformación del mismo, puede ser de igual magnitud pero sentido contrario. En la vida real ocurre exactamente esto, ponemos mucha energía en nosotros mismos, en mejorar nuestra actitud, en manejar nuestras emociones, en identificar nuestros valores y roles, en mejorar nuestras comunicaciones y negociaciones, en ser más eficaces y eficientes para crear un clima más agradable y positivo. Pero a ello se antepone la cultura del chisme, de las preocupaciones, de la negatividad, la ley del mínimo esfuerzo, de las negociaciones fallidas y de la competencia desleal, que nos hacen creer que las personas no están interesadas en cambiar, sino que están interesadas en mantenerse en su zona de confort sin esforzarse para nada o bien mantener su posición de poder a toda costa. Esto hace que con el tiempo pensemos que no vale la pena invertir nuestra energía en cambiar y que debemos marcar el paso como todos, el resorte recupera su forma original.
Pero, para lograr deformar definitivamente el resorte y lograr que el cambio sea algo real al aplicar la sinergia, debemos utilizar el motivo del cuarto hábito, la aptitud del quinto y la interacción del sexto, así hacemos que las fuerzas restrictivas sean evidenciadas, conversadas, consensuadas y eliminadas poco a poco. La idea primordial de todo esto, es descongelar el ambiente para hacerlo propicio en debatir acerca de los problemas culturales que no nos permiten llegar a la interdependencia, generalmente corresponden a las inseguridades de los individuos que no han clarificado sus valores, no saben acerca de sus roles, son reactivos, no establecen prioridades y ven como bichos raros o amenazas a su posición, a quienes desean generar un cambio positivo para la organización.
(Les recuerdo, el cuarto hábito es: piense en ganar-ganar, el quinto es: procure primero comprender antes de ser comprendido y el sexto hábito es: sinergice)
Vuelvo a repetir, para ganar a las fuerzas restrictivas debemos hacer evidente para todos lo negativo que nos rodea, es una tarea casi abrumadora para una sola persona, pero la sinergia tiene mucho que ver con valorar las individualidades de los demás en busca del bien general.
Les dejo esta frase para su meditación, "El cambio siempre es posible ya que es parte fundamental del ser humano para sobrevivir"
Espero que estén muy bien, nos vemos en una próxima entrada.
