Hola amigos, aquí nos encontramos nuevamente para seguir con la revisión de los siete hábitos de las personas altamente efectivas. Después de haber visto los hábitos de la victoria privada y publica, nos corresponde revisar el último de ellos que se relaciona con la renovación.
Para comenzar, les comento que trabajar en la mejora personal requiere de mucho enfoque y voluntad, es por esto que es esencial renovarse continuamente, ya que como verán más adelante, el resultado que obtenemos día a día por nuestras acciones, se pueden comparar con frutos. Estos frutos los consideraremos como la manifestación física de nuestras acciones, pero como aprendimos del segundo hábito, para lograr nuestros objetivos debemos partir con un fin en mente, eso se corresponde con la primera manifestación antes de la manifestación física, es decir todo se crea dos veces, primero lo vemos en nuestra mente y posterior a nuestras acciones y trabajo, es creado en el mundo físico. Por ejemplo, no podemos hacer una casa sin los planos, no podemos hacer una comida sin la receta, de eso se tratará este capítulo, todos los frutos que obtenemos (visible), dependen de que nuestro árbol tenga buenas raíces (invisible).
Existen cuatro dimensiones que recibirán nuestra atención desde ahora, la dimensión física que corresponde a los frutos y las dimensiones, mental, espiritual y social-emocional, que corresponden a las raíces. En las próximas entradas revisaremos cada una y sus características propias. Además veremos de que forma puedes actuar proactivamente, para que los resultados que requieras, estén acorde con tu plan de mejora personal.