Esta entrada tiene exactamente el mismo nombre que el párrafo del libro de Stephen Covey, ya que refleja fielmente lo que quiero expresar a través de estas líneas.
Para lograr la verdadera comprensión es necesario revisar nuestra percepción, ya que si quisiéramos entender los motivos de otra persona desde nuestros paradigmas, según mi opinión, sería muy difícil.
Imaginen si quieren tratar de comprender a alguien con un paradigma de abundancia desde un paradigma de escasez, creo que no entenderían lo que la otra persona quiere expresar, esto genera muchos conflictos en nuestra vida diaria, ya que estas sutilezas nos impiden empatizar con las demás personas cayendo nuevamente en las respuestas autobiográficas.
Recuerden que la verdadera comprensión viene de ponerse en el lugar del otro, así, es de suma importancia aumentar nuestro marco de referencia, ya que tal como dice la PNL (Programación neurolingüística), la persona con mayor variabilidad de opciones tiene el control de la situación. Si optamos por revisar y conocer nuestros paradigmas y al mismo tiempo saber que existen otras alternativas, podemos a lo menos intentar ver el mapa de los demás, esto nos da una tremenda ventaja en nuestras interacciones, ya que podemos ver el mundo de una manera distinta, aumentando así nuestras opciones al enfrentar un problema, esto nos permite buscar la mejor alternativa de solución que sea beneficiosa para ambas partes.
Dentro de las diferencias de percepción se encuentran aquellos quienes tienen preferencia de hemisferio derecho o hemisferio izquierdo, distintas modalidades como visuales, auditivos o kinestésicos, personas centradas en la familia, en los amigos, en la iglesia, en el cónyuge, en el trabajo, etc., como verán existen casi infinitas opciones, los mapas generados por cada persona para representar la realidad son distintos, eso es primordial entenderlo.